El boxeador Kelvin de la Nieve ha afirmado que la medalla de bronce que ha logrado en el Campeonato de Europa disputado en Samokov (Bulgaria), en menos de 52 kilos, le da "buenas sensaciones" para el Mundial de Catar, en el que buscará en octubre ganarse su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Esta medalla lograda en la categoría de menos de 52 kilos es la tercera europea que logra el doble boxeador olímpico, tras la plata que se colgó en Liverpool 2008 y el bronce de Moscú 2010.
El púgil onubense ha declarado a Efe que este resultado le da confianza en sus posibilidades de «llegar al Mundial con opciones de clasificación para los Juegos Olímpicos» de 2016 y también de que puede «mejorar física y anímicamente» hasta entonces.
La pelea clave fue la de los cuartos de final ante el francés Elie Konkie, en la que la victoria le aseguró la medalla y la clasificación para el Mundial. «Lo conozco bien porque me he enfrentado varias veces a él. La clave para ganar fue la paciencia», ha subrayado el boxeador español de origen dominicano.
Sin embargo, no pudo superar al británico Ali Muhammad en las semifinales, en las que ha indicado que «faltó que los jueces apreciaran» su «objetivo durante el combate» o él «tener claro el criterio que ellos querían aplicar».
Kelvin de la Nieve ha dicho que dedica este nuevo metal continental a su familia, a su mujer y su futura hija, «que nacerá en enero», así como a su entrenador personal, Bienvenido Alloza, hijo del mismo nombre que su descubridor y padre deportivo, fallecido hace un par de años.
Agencia EFE
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