La selección española femenina de bádminton, que contó con las onubenses Carolina Marín y Haidée Ojeda, logró el bronce en el Europeo de bádminton de Kazán al perder en semifinales por 2-3 ante. Este es el mejor resultado alcanzado en la historia de las selecciones nacionales absolutas, el cual lleva aparejado el premio secundario de la disputa de la Uber Cup -Mundial por equipos- el próximo mes de mayo en Kunshan (China) ante las mejores 16 selecciones del mundo.
Este bronce, bien podría haberse convertido en oro o plata de haber materializado hasta los dos puntos de encuentro de los que dispuso España en el último dobles disputado por Carolina Marín – Beatriz Corrales. Eso demuestra que España, un país eminentemente de jugadores individuales, ha sabido competir de tú a tú contra las mejores doblistas del continente amparados en una táctica clara a lo largo del torneo, mostrando a un equipo solvente, aguerrido y que deja un regusto de ilusión de cara a retos futuros. Ese es el sello de España y sus integrantes.
El encuentro, planteado por ambos técnicos de la misma manera que en la fase de grupos donde Bulgaria venció 2-3, empezaba por la vía rápida para los intereses españoles en los primeros individuales. Carolina Marín y Beatriz Corrales rayaron al mejor nivel no dando opciones a las jugadoras búlgaras. Marín se impuso a Linda Zechiri como ya hiciera hace cuatro días por 21-17 21-9, mientras que Corrales se tomó cumplida revancha de Nedelcheva completando su mejor partido en el torneo y venciendo por 21-13 21-11. Llegaba la primera opción para cerrar el choque donde Bulgaria, de nuevo, buscaba la fortaleza de Stefani Stoeva y la hacía disputar los individuales ante Clara Azurmendi. Acertada decisión pues Stoeva volvió a ser inexpugnable para la joven española sumando el primer punto búlgaro tras 17-21 11-21.
Sin poder cerrar el encuentro en individuales se saltaba a los dobles donde las búlgaras tenían más experiencia. En ellos, Bulgaría mantenía la táctica y separaba a las hermanas Stoeva, Gabriella con Petya Nedelcheva y Stefani con Linda Zechiri. En el primero Haideé Ojeda – Sara Peñalver competían muy por encima de lo esperado y estaban a punto de dar la sorpresa en el primer parcial donde se llegaron a poner 19-17. Desgraciadamente, las búlgaras reaccionaron a tiempo y pusieron el 19-21 para de forma mucho más cómoda llevarse el partido por 11-21 con el que se igualaba el encuentro a 2-2.
El último punto determinaría el finalista. Se repetía el Carolina Marín – Beatriz Corrales ante Stefani Stoeva – Linda Zechiri. Hace cuatro días el triunfo caía del lado español en dos mangas, pero en aquella ocasión el partido era mero trámite, en cambio en este se jugaban el pase a la gran final. En el primer set Stoeva – Zechiri salína al 100% y sorprendían a las españolas que nada podían hacer y cedían por 10-21. En el segundo eran las españolas las que salían con ventaja, que aunque recortada por las bulgaras, retomaban al final del set para forzar la tercera manga por 21-17. En el todo o nada, la igualdad, nerviosos y capacidad física se pusieron al límite, pues las diferencias fueron mínimas con un punto alternativo para cada equipo hasta el 18-18. En ese momento España se distanció llegando a disponer de dos puntos de set, partido, encuentro y pase a la final. La reacción final de Bulgaria deshizo la ventaja y en la primera ocasión en la que dispusieron se llevaron el premio completo por 20-22.
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