La FPDA quiere unir al fútbol andaluz para acabar con la violencia

Eduardo Herrera manifestó que "el fútbol no es en sí un deporte violento. Lo que ocurre es que hay un grupo de aficionados que se escudan en la masa para generar violencia". Para el presidente de la FAF sería fundamental "potenciar la existencia real de una comisión antiviolencia. Hay que tener en cuenta que ahora hay menos violencia que antes pero que ahora tiene lugar en categorías diferentes a las de antes".

Mientras, Pepe Gallardo apuntó que "la violencia es la culpable de que nos falten árbitros por la presión que genera el entorno en los colegiados. La venta de alcohol en las instalaciones ayuda a la generación de violencia por parte de algunos aficionados".

José Luis Paradas incidió en varios puntos importantes para controlar la violencia. Así dijo que "hay que controlar el entorno familiar del niño que juega, evitar la presencia en los banquillos de entrenadores sin titulación, involucrar a los clubs para controlar a los tres o cuatro violentos que hay en momentos puntuales en algunos partidos de fútbol base, pedir a los medios de comunicación que ayuden en la condena de la violencia más aún de lo que hacen ahora y solicitar a los clubs que no vendan alcohol en sus campos de juego".

Jesús Roca apuntó que le preocupa que "los partidos de deportes base se los tomen algunos como un encuentro de primer nivel de esa modalidad. No puede ser que muchos niños consideren ser de tontos jugar limpio en los partidos por estar en desventaja a la hora de luchar por la victoria". Roca propuso que "no puedan entrar en los campos las personas que generan violencia". Por último recalcó que "tiene que haber un pacto social para acabar con la violencia".

También se incidió en la importancia de implicar aún más a las instituciones públicas en este tema en casos como la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía y del Consejo Escolar.