La precariedad laboral es la mayor amenaza que tiene la libertad de expresión y de información en nuestro país. Para luchar contra esta situación se ha convocado una concentración bajo el lema "Por un trabajo digno en los medios de comunicación". La concentración se realizará a las 12.30 horas, en el Monumento a Colón, Jardines de Murillo, en Sevilla. El presidente de la FPDA, Javier Bermejo, asiste a la concentración acompañado por el presidente de la Asociación de la Prensa Deportiva de Sevilla, Juan Manuel Ávila, y por representantes de las diferentes Asociaciones Deportivas Andaluzas.
La FAAP, que integra las doce asociaciones de Andalucía, Ceuta y Melilla, con el apoyo de la FAPE, SPA, UGT y CCOO, ha convocado la concentración en Sevilla el viernes, 13 de marzo, coincidiendo con la celebración de las asambleas generales de la FAAP y de la FAPE, por lo que asistirán representaciones de todas las asociaciones de periodistas del país. El acto está abierto a la participación de cuantas personas quieran unirse, de manera especial la organización ha hecho un llamamiento a los periodistas y estudiantes de periodismo. Durante la concentración, la periodista sevillana Inmaculada Navarrete, dará lectura del Manifiesto.
El manifiesto que se leerá es el siguiente:
POR UN TRABAJO DIGNO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En los últimos veinte años, se han sucedido las voces de organizaciones y profesionales de la información alertando del progresivo deterioro del periodismo en nuestro país. El espectacular crecimiento de los medios de comunicación, su desarrollo tecnológico, su cada vez mayor influencia en la sociedad, ha ido incomprensiblemente acompañado de un acelerado empeoramiento de las condiciones y la calidad del trabajo de los periodistas. Un número cada vez mayor de periodistas trabajan en condiciones precarias.
Los medios de comunicación son hoy más que nunca un instrumento de influencia política y social. Vivimos en una sociedad de constante bombardeo informativo, de comunicaciones instantáneas y de mensajes no filtrados que necesitan profesionales preparados y competentes para seleccionar esa información y hacérsela llegar a la ciudadanía. Sin embargo, el periodismo pasa por los peores momentos de su historia: es hoy una profesión desacreditada. Las empresas someten a los profesionales a sistemas laborales que impiden la calidad del trabajo, quiebran la dignidad profesional y no permiten ejercer un periodismo libre, crítico y riguroso.
Los periodistas trabajan hoy en un andamio sin arnés de seguridad, sin cascos, sin descansos, sin contratos o con sueldos que apenas les permiten llegar a fin de mes manejando un bien tan preciado como la información. Cuando un periodista tropieza en su labor diaria se resquebrajan los cimientos de nuestro sistema porque los medios de comunicación son parte esencial de la democracia, de la libertad y del progreso.
En estos momentos, la precariedad laboral es la mayor amenaza que tiene la libertad de expresión y de información.
Para luchar contra esta situación, la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa -integrada por la Asociación de la Prensa de Sevilla y otras 11 organizaciones más- ha puesto en marcha varias medidas para paliar y mejorar las condiciones laborales de los periodistas. Se ha firmado un convenio de acción conjunta con los sindicatos. Se han solicitado inspecciones de trabajo en las televisiones locales y en las emisoras de radio de Andalucía, estando pendiente una campaña en los medios de comunicación escritos y digitales, con unos resultados que producen incluso bochorno. Casi el 60 por ciento de las televisiones inspeccionadas por la Seguridad Social presentaron irregularidades. Mientras que en las radios, a falta de un convenio específico para el sector, se llegan a pagar sueldos de miseria que no superan el salario mínimo interprofesional.
Pero ni la acción sindical, ni la intervención de la Inspección de Trabajo para acabar con los abusos patronales que vulneran el ordenamiento jurídico han dado el resultado esperado.
Hoy la situación es aún peor y hay indicios para creer que aún no se ha tocado fondo. A la precariedad laboral se suma ahora una alarmante pérdida de empleos en empresas consolidadas. Veteranos periodistas se han quedado sin trabajo, los más afortunados acogidos a prejubilaciones y los menos a escuálidas indemnizaciones. La sangría en el empleo no ha hecho más que empezar. La mayor parte de las empresas se están deshaciendo de uno de los pilares esenciales en la información: el periodista.
Según los datos recabados por el Observatorio para el seguimiento de la crisis que ha puesto en marcha la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, en los últimos meses se han despedido a unos 1.800 profesionales de los medios de comunicación. Más de 300 son andaluces.
En estos momentos de crisis y desesperanza general, uno de los principales objetivos de las autoridades públicas debe ser crear unas condiciones que garanticen el elevado nivel de calidad exigible a los medios de comunicación y garantizar la independencia total de los periodistas, dignificando sus condiciones de trabajo. En el caso de los periodistas, la precariedad laboral no deteriora sólo su dignidad y la calidad de la información sino también la de nuestra democracia.
Sevilla, a 13 de marzo de 2009
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