Federación de Periodistas Deportivos de Andalucía > 2011 > 09 > 13 > La APD valora como muy grave la destrucción de empleo en el colectivo de informadores de la provincia

La APD valora como muy grave la destrucción de empleo en el colectivo de informadores de la provincia

La Asociación de la Prensa Deportiva de Cádiz ha dado a conocer el siguiente comunicado: "No hace ni quince días que teníamos la noticia del cierre de las emisoras municipales de radio y televisión en La Línea y Los Barrios, con la pérdida de casi cuarenta puestos de trabajo en nuestro colectivo, cuando vuelven a producirse desgraciadas nuevas noticias en esa línea que profundiza en la destrucción de más empleo en el sector.

En este mismo verano, el cierre en el Campo de Gibraltar se vio precedido por el despido de los profesionales de la emisora de la Cadena SER en Arcos de la Frontera para reconvertir esa frecuencia en emisora musical. Un acto atentatorio no solo contra el empleo periodístico, sino contra la propia pluralidad y atención informativa de esa comarca, cada vez más huérfana de medios de comunicación propios de la zona.

Ahora, la amenaza se cierne sobre la emisora municipal de radio y tv de Jerez de la Frontera, Onda Jerez. El consistorio jerezano, titular del medio a través de la empresa municipal Jecomusa, ha decidido declarar concurso de acreedores de la misma como antesala de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a la plantilla de este medio de comunicación, tal y como ha alertado la Asociación de la Prensa de Jerez en una reciente nota de prensa.

La provincia de Cádiz, líder absoluta en desempleo multisectorial en España, ve nuevamente refrendada su liderazgo en esta deplorable estadística con estos hechos consumados o inminentes. En particular, situaciones como éstas se están convirtiendo en moneda tan corriente en los últimos años, que parece responder a un proceso lento, progresivo y constante de semiliquidación de la profesión periodística en la provincia, pues tras el cuatrienio 2007-2011 subsiste un porcentaje muy menor de empleos estables y fijos en el colectivo. Cierres patronales, despidos, expedientes de regulación de empleo, no renovaciones de contratos, precarización, falseamiento de la legalidad laboral con subcontrataciones y articulistas "a la pieza"… realidades que se ha introducido en el diccionario interno de los medios informativos y de sus profesionales.

Además, la citada realidad también existe en clave nacional, donde las últimas evidencias son los casos del ERE en ‘Público’ y la reducción de publicaciones en ‘Don Balón’. Y cursa a todos los niveles geográficos (nacional, regional, provincial) en un contexto de depresión publicitaria, que dificulta opciones de autoempleo y de carácter emprendedor.

Todo ello tiene, a su vez, otra doble y grave consecuencia para la sociedad. En primer lugar, la precarización lleva a los editores a la contratación de elementos pseudoperiodísticos sin titulación, formación o experiencia previa contrastable. La búsqueda de lo más barato conlleva la relajación de todos los niveles éticos y deontológicos en la profesión. A la trivialidad de los contenidos y a la expresión sensacionalista de los mismos. Y de ahí, solo resta un paso para ver situaciones como la vivida en el Reino Unido con ‘New of the World’ o como hace tiempo se ve a diario en determinadas televisiones nacionales, donde un tertuliano desvergonzado cotiza por diez periodistas formados, solventes y profesionales. Y lo que es aún peor… subiendo la cotización por semana que pasa.

En segundo lugar, el cierre de medios en poblaciones pequeñas deja sin referencias informativas locales a los ciudadanos de determinadas comarcas. Existe desde hace bastante tiempo ya un movimiento centralista, donde cada vez hay más contenidos y minutos de emisión realizados desde la capital del Estado frente a los hechos en las distintas autonomías, así como desde las capitales regionales frente a los de las propias provincias. Todo un ataque a la pluralidad informativa geográfica, donde provincias como la nuestra sale claramente perjudicada. Con menos información, la sociedad se vuelve menos libre.

Desde la APD expresamos nuestro apoyo y solidaridad a los profesionales inmersos en esta situación. También exhortamos a los poderes públicos a que empleen todos los medios a su alcance para frenar esta continua sangría, así como a la propia ciudadanía para que tome conciencia de la situación y exija a sus representantes medidas en esa dirección.